Atención

PASIL acompaña infancias y adolescencias que necesitan apoyo emocional, escolar o vincular, más allá de la presencia de un diagnóstico.

A veces no hay un diagnóstico, pero sí hay señales

Un gesto, una palabra, un cambio en la conducta. Algo que incomoda, duele o preocupa. En PASIL, creemos que cuando hay una necesidad real, no hay que esperar un rótulo para actuar.

¿Cuándo consultar?

Si vos lo ves, si algo te inquieta, eso ya alcanza para pedir ayuda.

¿Qué hacemos diferente?

En PASIL no esperamos una etiqueta. Escuchamos lo que pasa.
 Recibimos a niños, niñas y adolescentes que tal vez no tienen un diagnóstico, pero sí han recibido palabras que duelen: “caprichoso”, “desmotivado”, “difícil”, “muy sensible”.

Sabemos que detrás de esas etiquetas suele haber una historia, una necesidad, un pedido de comprensión. Por eso convertimos ese malestar en objetivos reales de calidad de vida, y diseñamos un camino concreto con vos y tu familia.

¿Qué ofrecemos?

Sesiones clínicas personalizadas:

Talleres grupales:

Nuestros talleres no son cerrados.
Se diseñan, ajustan y transforman según las edades, intereses y necesidades reales del grupo.

Preguntas Frecuentes

Evaluación inicial
Realizamos entrevistas clínicas, evaluación funcional y análisis del entorno.
Te damos una devolución clara, sin tecnicismos innecesarios.

Plan de Apoyos Individualizado (PAI)
Diseñamos un plan con objetivos medibles: regulación emocional, autonomía, vínculo con la escuela, construcción de identidad.

Trabajo conjunto con la familia y la escuela
Orientamos a quienes acompañan. Escuchamos, damos herramientas y tejemos puentes con el entorno educativo.

Intervenciones clínicas y grupales
Definimos el enfoque según lo que la persona necesita. Cada proceso es único y a medida.

Trabajamos con el Modelo de Calidad de Vida, que guía nuestros apoyos según ocho dimensiones fundamentales:
Autodeterminación, desarrollo personal, vínculos, inclusión social, bienestar emocional y físico, bienestar material, derechos, y sentido de pertenencia.

Nada se impone. Todo se construye junto a quien acompaña.

Creemos que no hay que esperar un diagnóstico para actuar.
Creemos que las infancias necesitan tiempo, escucha y una red que no juzgue. Creemos que el malestar no es un problema: es una forma de pedir ayuda.
Creemos que el bienestar es posible, aún cuando parece lejano.
Creemos que cada persona merece un camino propio, digno y posible.

Nada se impone. Todo se construye junto a quien acompaña.